Estoy con mi vida encoronada, así que he decidido que no cuento los días, no cuento las horas. He procurado desdibujar los días y las horas, quitar las fechas del calendario. Porque los días por delante son inciertos.
No sigo reto alguno, ni actividad, ni he comenzado un proyecto de fotos desde mi casa. ¿Qué hago? Sencillamente nada. Este post es mi primera actividad desde que estoy en casa.
He preferido quedarme en la nada hasta tener ganas de hacer algo “con ganas” porque creo que necesito días para desacelerar y adaptarme a esta nueva vida circunstancial. Cuando esté adaptada aún me quedarán días por delante y entonces podré crear y ofrecer desde esa aceptación de ver qué puedo hacer y ofrecer en estas nuevas circunstancias y que puedan aportar algo, también a mi.
Me he ralentizado, y está bien para mí. Hoy arranco esta primer actividad (escribir un post en mi nueva web) hacia afuera, exenta de prioridades y objetivos, tan solo escribir lo que va saliendo cuando no leo, ni abrazo a mis hijas o estoy con Ger, o simplemente me siento en el balcón y pienso en los que quiero y me quieren.
El mundo cambiará y siento que estoy transitando la transición de ese cambio por eso me quedo en modo observadora viendo como la sociedad va mutando, viendo como las miles de propuestas disponibles van menguando, van equilibrándose y esa necesidad tan “desesperada” por momentos de hacer y compartir, compartir y hacer, ese frenesí social por no perdernos dentro de nuestras casas y correr así el riesgo de ser invisibles se va “amansando” y vamos asimilando que esta realidad nos cambiará y que durará días. Yo he comenzado al revés, he decidido estar más desconectada para asimilar, más quieta que activa y en la medida que los días pasen poder también ir asomándome con el ritmo en relentí, pero sereno.
¿Qué haremos con tantos SIN? de momento tampoco me lo pregunto. Estoy en modo AHORA, porque la incerteza del futuro me da la opción de estar solo en el ahora.
La conclusión a la que he llegado es que sin dudas no puedo mantener dentro de mi casa la vida que mantenía fuera. Todo ha cambiado, yo también tendré que hacerlo… y simplemente estar calma porque también creo que se lo debo a todas las personas que hoy tienen que estar fuera y darían lo que fuere por sentirse protegidas en casa, poder pasar esto en casa, como yo.